viernes, 21 de octubre de 2011

El Coliseo: un gran espectáculo a la vista

Hola a todos/as, tal y como os prometí en la entrada sobre mi viaje a Roma, os voy a hablar del Coliseo, uno de los monumentos más visitados de Italia y del mundo, y nombrado una de las nuevas siete maravillas del mundo.


CREACIÓN DEL COLISEO

Roma poseía el anfiteatro Statilio Tauro realizado en el año 29 a. C. y ubicado en el Campo de Marte, pero fue destruido tras el famoso incendio sufrido en el año 64 d. C. y que las películas atribuyen al emperador Nerón. 

La ciudad necesitaba un nuevo anfiteatro, por ello el emperador Vespasiano, de la dinastía de los Flavios, decidido a complacer al pueblo de Roma, tan voluble y traicionero, dedicó una parte sustancial del botín obtenido en su gran campaña militar en Judea, a la construcción del mayor Anfiteatro del Imperio en el año 72 d. C. 

Recreación del Coliseo y de la estatua dorada de Nerón 

El lugar elegido no fue casual: Vespasiano hizo derruir una gran parte de la Domus Aurea, el palacio erigido por Nerón, y desecar el lago contiguo. Esto sólo puede ser interpretado como un gesto populista, dirigido a contentar a la plebe, ya que en lugar de erigir su Anfiteatro en las afueras de la ciudad, como hubiera sido normal, prescindió de unas edificaciones imperiales y lo construyó en pleno centro de Roma. 

El edificio se extendía hacia Oriente, y se encontraba dentro del distrito o Regio III, llamado “Isis y Serapis”. En la antigüedad se conocía con el nombre de Anfiteatro Flavium, puesto que en su construcción participaron los tres emperadores de la dinastía Flavia. No se le llamó Coliseo hasta el s. VIII. 

Se piensa que la palabra “Coliseo” deriva de Coloso, y hace referencia a la gigantesca estatua de Nerón que se encontraba en los jardines de la Domus Aurea. Sin embargo, lingüistas de reconocido prestigio creen que fueron las propias dimensiones del anfiteatro las que originaron esta denominación: “Colosal”, en latín colossicus, en griego kolossaios. 

INAUGURACIÓN

Las obras duraron aproximadamente diez años. Tito continuó con las obras iniciadas por su padre Vespasiano, y sin estar plenamente terminado se hizo la inauguración en el año 80 d. C.. Se piensa que la celebración se realizó para apaciguar al público romano y a los dioses, pues el mandato de Tito comenzó con varios meses de desastres, como la erupción del Vesubio y la destrucción de ciudades como Pompeya o Herculano, un incendio en Roma que destruyó varios templos y un brote de peste. 

Maqueta con la reconstrucción del Coliseo y el Ludus Magnum 
Tito inauguró el edificio con unos juegos gratuitos para la plebe que duraron más de cien días, con luchas entre animales en la sesión de la mañana (Dion Casio cuenta que en el curso de los juegos inaugurales "animales, tanto adiestrados como salvajes, perecieron hasta alcanzar la cifra de nueve mil”), ejecuciones de criminales alrededor del mediodía y una sesión de tarde reservada para los combates de gladiadores y la recreación de batallas famosas.

El edificio se concluyó durante el mandato de Domiciano, hermano de Tito, el cual terminó todos los pasadizos subterráneos y edificios anexos como el Ludus Magnum (cuartel de los gladiadores), el Ludus Gallicus, el Ludus Dacius y el Ludus Matutinus, la Castra Misenatium (cuartel donde se encontraban los marineros expertos miembros de la flota del Cabo Miseno, que tendían las curdas del toldo) o el Armamentarium donde se guardaba el armamento, los decorados, etc. 

ARQUITECTO

El arquitecto es anónimo ya que el emperador lo consideraba como un simple funcionario. No fue una única persona, debieron ser al menos cuatro. Está hecho a distintos ritmos, dividido en cuatro partes, por lo cual se piensa que cada uno dirigía una de estas partes. 

MATERIALES

En su edificación se utilizaron diferentes materiales, dependiendo de su función: el exterior estaba realizado en travertino, la estructura era de ladrillo y hormigón, las gradas destinadas a los senadores eran de mármol, y el graderío más alto o la plataforma que había debajo de la arena eran de madera. 

DIMENSIONES Y CAPACIDAD

Recreación del exterior del edificio 
Como todos los anfiteatros, su forma es oval. La entrada principal estaba en el norte y llegaba directamente a la Tribuna Imperial o Pulvinar. Sus dimensiones eran de 188 x 156 m. y su altura era aproximadamente de 48’50 m. 

Se calcula que el aforo de este edificio rondaba entre los 50.000 y los 70.000 espectadores, contando con que había de 45 a 50 gradas y que muchos se colocaban de píe en la parte de arriba, una vez comenzado el espectáculo. 

El exterior estaba rodeado por una acera de unos 15 metros de ancho hecha de travertino, y en el borde de ésta había una serie de postes llamados cipos hechos también de travertino de 1’75 metros, circulares y con la parte de arriba inclinada hacia adentro. Tenía unas estrías en la parte del interior para sostener y tensar las cuerdas del toldo. 

EXTERIOR Y VELARIUM  

El edificio estaba dividido en cuatro pisos: los tres primeros eran iguales, compuestos por 80 arcadas cada uno, la principal estaba en el centro del lado Norte y conducía al Pulvinar o palco imperial. 

Los tres pisos se diferenciaban en la decoración arquitectónica, ya que la fachada estaba ornamentada mediante la sucesión de órdenes clásicos: el primer piso estaba compuesto por semicolumnas de orden  toscano, el segundo por semicolumnas de orden jónico y el tercero de orden corintio. El cuarto piso o ático tenía semipilastras de orden corintio. Encima de los órdenes se disponía una especie de arquitrabe (el jónico imitaba el arquitrabe de fascias) que servía de base o podio para el siguiente orden. 

Velarium
El ático tuvo 80 paños o lienzos de muro, 40 ventanas y 40 lienzos sin ventana donde había unos escudos de bronce dorado, llamados Dipeos, sujetos por grapas. Había tres ménsulas por paño (240 ménsulas en total), que sobresalían, con un agujero en la parte superior para sostener los 240 postes de madera que sostenían el gran toldo llamado velarium.  El Vexillatio era el destacamento de marineros que extendían el toldo. El mecanismo mediante el cual se colocaba el toldo era muy admirado. Tenía que estar sujeto a todos los postes y tensado mediante unas poleas por fuera del edificio en los cipos. El toldo estaba compuesto por una serie de porciones de tela de forma triangular, por lo que se podía cubrir el espacio por sectores. Lo que no se sabe es si se doblaba o se plegaba como un abanico. La vela era una pieza suntuosa bordada en oro y plata. Hay quien dice que estaba pintada de color azul y por dentro tenía estrellas, otros dicen que tenía colores vivos y algunos piensan que habían motivos históricos y mitológicos. La magnificencia de algunos emperadores llegó a que desde el velarium cayera una lluvia de pétalos seguido de agua con finos aromas, llamada Sparsiones.

El Vexillatio extendiendo 
  
Recreación del edificio con el Velarium extendido

ENTRADA

Entrada al edificio
El Coliseo tenía 80 entradas, 76 numeradas. La entrada principal, la norte, era la del pulvinar y no estaba numerada al igual que la sur, donde había una tribuna destinada a las vestales, magistrados, etc. El Pulvinar y la Tribuna sur estaban comunicados con unos pasajes subterráneos: Pasaje de Commodo, al que le dio nombre el emperador del mismo nombre (el malo en la película de Gladiator), que vestido de gladiador, pasaba desde el palco imperial, por un corredor que comunicaba con los subterráneos, para tomar parte en las sangrientas luchas). Tampoco estaban numeradas las entradas del este y el oeste: la porta Libitinensis (por donde retiraban a los numerosos cadáveres resultantes de las peleas entre gladiadores y ejecuciones y la porta Trunphalis, por donde salía el paseo triunfal. Bajo estas puertas también había pasajes que comunicaban con el Ludus Magnum, el armamentarium, etc. 

La numeración de las arcadas comenzaba justo al lado de la puerta sur y continúa en el sentido contrario a las agujas del reloj. Se han conservado las entradas correspondientes a los números del XIII al LIV. La entrada principal estaba entre la puerta XXXVIII y XXXIX. 

Se piensa que la entrada a los espectáculos era gratuita. Los espectadores poseían la entrada o tessera en la cual estaba el número de la puerta por la que tenían que entrar, que era la más cercana a su localidad. Se piensa que también se indicaba si ese día iba a haber toldo o no, mediante la frase ”VELA ERUNT”(habrá toldo). Había empleados llamados locaril o dessignatores, que vigilaban el buen orden y distribución de las localidades, siendo jefe de ellos un funcionario llamado Villicus amphitheatri.

ESTRUCTURA INTERNA

Pasillo del edificio
El Coliseo tenía tres anillos concéntricos: dos corredores elípticos iguales y el tercero que sostenía todas las bóvedas inclinadas del graderío. En el interior había 4 corredores elípticos concéntricos hechos con ladrillo y hormigón, cubiertos con bóvedas corridas de cañón o de arista, reforzadas con arcos fajones y recubiertos de stucco. La madera se utilizó para construir las cimbras que formarían la bóveda. 

El graderío estaba compuesto por entradas y salidas llamadas vomitorios. Cada cuatro arcos había una escalera con los escalones recubiertos de mármol o travertino.
Restos del graderío del edificio
El muro límite entre el graderío y la arena se llamaba Balteus, hecho de hormigón y recubierto de mármol y mosaicos, con una altura de 6 metros. Estaba provisto de numerosas ventanas y nichos adornados con estatuas. A partir de este muro partía el graderío, del que hoy en día no queda prácticamente nada. Siempre que se realizaba un espectáculo se montaba una red de máxima seguridad para los espectadores que se encontraban en las primeras filas, y así evitar que saltase cualquier fiera. La red era gruesa y medía 10 metros de altura, con colmillos de elefante en la parte de arriba. Además, había unos nichos en el Balteus de trecho en trecho, donde se colocaban unos arqueros, por si de todas formas saltaba alguna bestia. 
 
Sectores de la cavea
Los espectadores se distribuían según su categoría social. La ley de Augusto llamada Ley Roscia indicaba donde tenían que sentarse los espectadores y decía que las mujeres, que estaba mal visto que acudieran a estos espectáculos, debían sentarse en las últimas gradas. Aunque se piensa que las mujeres adineradas debían esperar la autorización del emperador para poder compartir los sitios de las vestales en el pudium. El graderío estaba dividido por varios sectores: 


PODIO O PODIUM: es el primer sector. En el centro estaba la tribuna imperial o Pulvinar. Había cuatro gradas o escalones muy anchos para poder colocar las sillas tijeras o gradus. Éstas estaban destinadas a las grandes familias patricias, las Vestales, los pretores y los principales magistrados y demás personas ilustres. Este primer sector estaba recubierto de mármol y tenían la inscripción con el nombre en el respaldo. Cuando el dueño del asiento se moría se rascaba su nombre y se colocaba el nombre de otro. 


PRAECINTIO: era un pasillo que dividía dos sectores. 


MAENIANUM PRIMUN: destinado a los tribunos y ciudadanos distinguidos. Tenía 8 gradas o escalones. 


PRAECINTIO 


MAENIANUM SECUNDUM IMUN: sector segundo bajo. Había más gradas, unas 25. Sería la Media Cavea. Estos asientos estaban reservados a los determinados gremios de profesionales y lugares de procedencia. 


MAENIANUM SECUNDUM SUMMUM: sector segundo de arriba. Para la plebe masculina. Tenía unos 15 escalones de ladrillo. 


PRAECINTIO 


MAENIANUM SUMMUM IN LIGNIS: estaba destinado a las mujeres y era de madera. 


Las gradas tenían cada vez más inclinación para facilitar la vista. Se piensa que cuando el espectáculo estaba empezado se dejaba subir gente arriba del todo, pero estaban de pie. 

Había un sistema de limpieza y encauzamiento de agua a base de una red de pozos y canales que conducían a una cloaca. Tenía 12 metros de profundidad y era de forma anular. En ella se han encontrado monedas, trozos de madera, joyas, semillas, telas, etc.

EL HIPOGEO O SUBTERRÁNEOS

Hipogeo o subterráneos del Coliseo
Los subterráneos, que gracias a Dios si se han conservado, tenían una profundidad de 7 metros. El fondo del pavimento era de ladrillo: opus spicatum. 

Falta todo lo que era la plataforma de madera, encima de la cual se encontraba la espesa capa de arena, procedente de las canteras situadas en el Monte Mario, cerca de Roma. El hecho de que la plataforma fuera de madera provocó que hubiera muchos incendios. 

Los muros eran de piedra y hormigón. El eje central de los muros medía 75 metros y el pasillo central 4’5 metros de ancho. A continuación iban otros dos pasillos más estrechos y luego los muros iban adaptando una forma más ovalada. La pared tenía unos vanos que facilitaban la elevación de una plataforma de madera con la que aparecían de manera sorprendente en la arena diferentes elementos del espectáculo. En los lados se han encontrado una serie de nichos, que se piensa que eran jaulas para las fieras. A partir del s. IV el pasillo central se llenó todo de fango y se tuvieron que colocar unos tablones por todo el pasillo, en forma de “L”, para no mancharse.

Recreación de la arena


 ESPECTÁCULOS 

Los espectáculos propios de estos edificios eran varios y se mantuvieron durante todo el Imperio, y se representaban en escenarios con árboles, edificios y estructuras movibles: 

LA VENATIO: eran las luchas entre fieras o entre un hombre y una fiera. En el Coliseo se ofrecían espectáculos como animales inteligentemente adiestrados y fieras hambrientas, la mayoría importadas de África, como rinocerontes, hipopótamos, elefantes, jirafas, leones, cocodrilos o avestruces. Había hombres tras unas jaulas de seguridad que tiraban flechas y lanzas a los animales hasta que agonizaban y morían. Se solían celebrar por la mañana.  

EL MUNUS: eran las luchas entre gladiadores. Se solían celebrar por la tarde. En vísperas del espectáculo se realizaba un gran banquete (cena libera) entre gladiadores, que para muchos era su última comida. Esta cena era pública en el sentido que la gente podía dar vueltas alrededor de la gran mesa para apreciar a los contendientes y así ver por quién apostarían. Al día siguiente los gladiadores desfilaban vestidos con ricos trajes púrpura y dorado, saludaban al emperador con una lúgubre y trágica exclamación:“Ave Caesar, Morituri te salutan”.  

El perdedor suplicando clemencia 

El público hacía las correspondientes apuestas y experimentaba un extraño y bárbaro placer con la victoria de sus favoritos. El vencedor en la contienda consultaba al emperador y éste a los espectadores al tiempo que estos agitaban sus pañuelos, extendían sus pulgares, gritaban ¡Mitte! (Sáquenlo) o, por el contrario, ¡Ingula! (Mátenlo). Entonces, el emperador tranquilamente levantaba su pulgar hacia el pecho y de esta manera ordenaba la muerte del gladiador perdedor. El ganador era premiado con platos de plata cargados con piezas de oro y preciosos obsequios. Llevando consigo los presente, atravesaba corriendo la arena bajo la ovación de la multitud. 

Las luchas entre gladiadores tuvieron posiblemente un origen religioso, ya que en un principio, sólo se celebraban en caso de funerales de personalidades importantes. Más tarde pasó a ser un deporte sangriento que fascinaba a casi todo el mundo, ya que escasas fueron las voces de protesta. Los gladiadores eran en su mayoría esclavos o condenados que eran adiestrados en escuelas especiales con el único fin de dar un buen espectáculo en el momento de combatir en la arena. Los gladiadores podían obtener la libertad si sobrevivían y el público lo permitía así.

LA NAUMAQUIA: durante los primeros días del Coliseo, los escritores clásicos decían que el edificio se usaba para la naumachiae o simulaciones de batallas navales. Las fuentes que nos cuentan los juegos inaugurales que hizo Tito describen que la parte inferior se llenaba de agua y nos cuentan una recreación de una famosa batalla naval entre griegos. Se piensa que en la arena había un completo sistema de drenaje, conectado a cuatro imponentes cloacas y que servía para evacuar el agua tras los espectáculos navales. Sin embargo parece ser que ya Domiciano, abandonando la idea de la naumaquia, pavimentó las cloacas y colocó en la arena los montacargas para los combates de gladiadores.  

LA NUMERAS: eran las ejecuciones o sacrificios humanos, donde se asesinaban personas que estaban condenadas a muerte como prisioneros de guerra o criminales. Se solían celebrar entre las luchas de animales y las peleas de gladiadores. Pese a lo que muchos piensan, en el Coliseo casi no hubo ejecuciones de cristianos, el Circo Máximo era el lugar donde se solían realizar. 

Martirio o ejecución de los cristianos
HISTORIA 

El Coliseo fue empleado por los emperadores para sus grandes eventos, que se celebraban a gran escala, como lo que cuentan de Trajano, que celebró sus victorias en Dacia (107) con unos juegos que duraron 123 días y que incluyeron a 11.000 animales y 10.000 gladiadores. 

Se sabe que el emperador Adriano celebró grandes fiestas en él. También que bajo el mandato de Macrino, cayó un rayo en el edificio que incendió toda la parte superior provocando graves desperfectos en la estructura. Una medalla con la efigie de Alejandro Severo recuerda que este emperador inauguró de nuevo el Coliseo. 

Con la llegada de Constantino al poder (313) y la imposición del cristianismo como religión oficial, las masacres paulatinamente entraron en desuso hasta prohibirse definitivamente en el 407, manteniendo la atención del pueblo mediante las luchas de fieras, las últimas de las cuales se mencionan en el año 523, bajo la orden del rey godo Teodorico. 

A finales del siglo VI se construyó una pequeña iglesia dentro de la estructura del anfiteatro y la arena se transformó en un cementerio. Algunos escritores cuentan que el Coliseo aún se conservaba en excelentes condiciones durante el siglo VIII. Después fue reutilizado como refugio, fábrica, sede de una orden religiosa, fortaleza y castillo de familias nobles, y lo peor de todo, cantera. El gran terremoto de 1349 dañó severamente la estructura del edificio, haciendo que el lado externo sur se derrumbase. Muchas de esas piedras desprendidas fueron reutilizadas para construir palacios, iglesias (incluido el Vaticano), hospitales y otros edificios en toda Roma. Un conocido dicho latino reza Quod non fecerunt Barbari, fecerunt Barberini (lo que no hicieron los bárbaros, lo hicieron los Barberini, que construyeron su palacio con restos del Coliseo). También se utilizó para quemarlo y obtener cal. El expolio de piedras continuó hasta 1749, año en el que Benedicto XIV consagró el monumento como lugar santo en memoria de los mártires cristianos allí ejecutados.

Veduta del Colosseo, Johann Christian Reinhart 
Lo que mucha gente no sabe es que cuando el Coliseo entró en decadencia la vegetación se hizo dueña de él. Y no pasó mucho tiempo para que ésta también fuese estudiada: desde mediados del siglo XVII, se llevaron a cabo varios inventarios tanto de las raras como comunes hierbas y árboles que allí crecían. En 1855, el del naturalista inglés Richard Deakin contó unas 420. Había árboles de higos, perales, cerezos, olmos, olivos y muchas otras plantas cuyas semillas en algún momento llegaron del resto de Europa, Asia y África, pegadas al pelaje de las fieras, con esclavos o con la comida de los numerosos viajeros que acudían a ver el espectáculo. La alfombra de vegetación que cubrió por siglos el Coliseo le dio un toque romántico: basta decir que inspiró a escritores como Stendhal, Byron, Mark Twain, Dickens, Emile Zola y Henry James, entre otros. Tras varias limpiezas, la vegetación entró en retroceso. 

El Coliseo, Piranesi, 1772 

En el s. XIX comenzaron una serie de obras para estabilizar muchos monumentos antiguos. En 1820 Valadier construyó varios contrafuertes por orden del Papa Pio VII, que son claramente distinguibles hoy día, y sin los cuales el edificio probablemente se habría derrumbado. Durante todo el siglo se sucedieron obras de consolidación y mejora, en un proceso que aún continúa.

Aunque la estructura está seriamente dañada el Coliseo siempre ha sido visto como un icono de la Roma Imperial y es uno de los ejemplos mejor conservados de la arquitectura romana. El Coliseo ha tenido una influencia innegable en el diseño de estadios e infraestructura deportiva a través de los siglos, e inclusive hasta hoy los principios básicos de su composición son repetidos en todo el mundo. El edificio es una de las atracciones turísticas más populares de la moderna Roma y aún está muy ligado a la Iglesia, ya que el Papa encabeza hasta el Coliseo el via crucis cada Viernes Santo. El Coliseo es uno de los monumentos más famosos de la antigüedad clásica y fue declarado Patrimonio de la Humanidad en 1980 por la Unesco. 


EL COLISEO EN EL CINE

Como siempre tengo una referencia al cine. El Coliseo ha sido escenario de muchas películas en la historia del cine, se me viene la mente la maravillosa Vacaciones en Roma, pero como protagonista indiscutible tengo que mencionar la película de Gladiator:

Como ya sabéis en Gladiator de Ridley Scott (2000) se recreó el Coliseo por ordenador y en ella podéis ver cómo debió ser su interior, sus pasadizos, la forma en la que subía la plataforma, cómo eran las escenografías, las recreaciones de las batallas, etc. También se puede ver como el emperador organizaba juegos para poder ganarse a la plebe. Un gran fallo que le veo, a parte de que muchos de los edificios que rodeaban al Coliseo en la película nunca existieron y el edificio no está al lado del Tiber, es la distribución del público, ya que las mujeres no se situaban tan cerca de la arena como sale en la peli. También podéis haceros una idea de cómo era el Ludus Magnus, en el que se hospeda y entrena el protagonista, Máximo. Antes también he mencionado a Commodo, que tal y como sale en la película, era un “forofo” de los combates entre gladiadores e incluso llegó a participar en varios. Pero pese a esto, nunca llegó a morir en la arena, sino que murió envenenado. En el siguiente enlace tenéis toda una serie de curiosidades y fallos de la película: http://tepasmas.com/curiosidades/gladiator?page=0,2







En esta escena os podéis hacer una idea de lo impresionante que podía llegar a ser el Coliseo desde la arena. Con miles de personas gritando y pidiendo sangre. En ella se recrea la Batalla de Zama, de la Segunda Guerra Púnica, entre Roma y Cartago. Podéis ver la escenografía y también los subterráneos, con todo el mecanismo para subir y bajar cosas a la arena. También aparece el pulvinar o palco donde se sentaba el emperador y el famoso saludo de los gladiadores. La imagen no es muy buena pero sirve para que os hagáis una idea. 

También tengo que mencionar, aunque no salga el Coliseo, pues se desarrolla como un siglo antes, la película Espartaco de Stanley Kubrick (1960) y la serie del mismo nombre, donde aparece la historia real del famoso gladiador que desafío a un Imperio, y sus desventuras como gladiador. Os podéis hacer una idea de las desventuras que podía vivir un gladiador.

Respecto a las ejecuciones, me viene a la mente la película de Quo Vadis de Mervyn LeRoy (1951): en ella arrojan a un gran número de prisioneros cristianos a los leones y a otros tantos los crucifican, aunque no se realizan en el Coliseo, puesto que todavía no se había construido. En la peli también se muestra como el emperador Nerón ordena incendiar la ciudad de Roma a fin de "recibir la inspiración" para componer sus versos y canciones con mayor "realismo y creatividad". Pero como ya sabemos, Nerón no fue el culpable, sino que fue algo accidental. 

Por último quería que vierais este documental del Canal Historia en el que se explica con más detalle lo explicado en este blog. 






Como os conté en la entrada sobre mi viaje a Roma he podido visitar el Coliseo en tres ocasiones y las tres veces me ha sorprendido y sobrecogido. Es impresionante, tanto por dentro como por fuera. Y espero que sabiendo un poco la historia y forma en que lo construyeron os ayude a entender la importancia de este edificio para la historia y el arte. No dejéis de visitarlo, pues es un monumento que hay que ver al menos una vez en la vida. Ya os informé sobre la visita al edificio, así que espero que lo disfrutéis. Un saludo!!!


2 comentarios: