jueves, 16 de junio de 2011

Viaje a Italia V: Pompeya

7º DÍA: POMPEYA

El viernes 30 de mayo fuimos de excursión a la famosa ciudad de Pompeya. Para aprovechar bien el día nos levantamos muy pronto y cogimos el tren. Salimos de Roma a las 8.27 de la mañana y llegamos a Nápoles a las 10.36h. El precio del viaje era bastante asequible, ya que dos billetes de ida y la vuelta nos costaron 39€ en total.

Este plano os ayudará a conocer los edificios más importates
Al llegar a la Estación Napoli Centrale buscamos el andén con el tren que llevaba a Pompeya, el Circunvesubiano, y la verdad es que nos costó bastante encontrarlo. La línea que teníamos que coger era la de Napoli-Torre Annunziata y tras comprar el billete, que se puede adquirir junto al andén de salida, subimos al tren. Viajamos unos 45 minutos hasta la parada de Pompei Santuario, viendo los paisajes de la Bahía de Nápoles.

La entrada a la ciudad de Pompeya se puede adquirir en las taquillas o vía online. Los accesos a la ciudad son por la Porta Marina o la Piazza Esedra. Es recomendable que vayáis provistos de un buen plano y una guía que os indique los lugares más importantes de la ciudad sepultada. Mi experiencia con los guías locales no fue buena la primera vez que visité Pompeya, ya que no nos explicó prácticamente nada y no vimos más que los foros, así que en aquella ocasión y también en ésta, decidimos ir por nuestra cuenta. Desde que viajamos nosotras, los precios no han variado, cosa que me parece genial. La entrada a Pompeya son 11€ y 5,50€ para estudiantes de la Unión Europea menores de 24 años. Existe la posibilidad de comprar una entrada conjunta para Pompeya, Herculano, Oplontis, Stabia y el Antiquarium de Boscoreale, que cuesta 20€ (10€ reducido) y tiene una validez de 3 días. Aquí tenéis más información sobre horarios y precios:

La ciudad de Pompeya fue sepultada, junto a las de Herculano, Oplontis o Stabia, por unos 6 m. de cenizas y piedras del Monte Vesubio, el 24 de agosto del 79 d. C. En 1748, el Rey Carlos III de España, financió las primeras excavaciones para estudiar la ciudad sepultada y hoy en día, todavía se sigue excavando en la zona. Por decreto de 1997, Pompeya fue considerada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, gracias a la gran maravilla arqueológica conservada

Pompeya era una ciudad recreativa y residencial que dependía de Neapolis (Nápoles). Tenía aproximadamente 8.000 habitantes y medía 1 Km de este - oeste por 750 m. de norte - sur.

Vista del Vesubio desde el foro de Pompeya
Cuando entras a la famosa ciudad te invade una nostalgia y una emoción a la vez, incomparables. Sientes como si el tiempo se hubiera detenido, como si una máquina del tiempo te trasladara a la calles de la antigua Roma. Ves el Vesubio a lo lejos y le “agradeces” que pese a la desgracia que acaeció en el año 79 d. C. haya conservado esta maravilla del mundo antiguo, y que podamos conocer cómo vivía esta civilización.

Foro de Pompeya y templo de Júpiter
Al entrar por la Porta Marina te encuentras el FORO. Este área de la ciudad era el centro de la vida política, económica y religiosa de la ciudad y a su alrededor se hallaban agrupados los templos principales, los edificios públicos, los tribunales o el MACELLUM. El foro es rectangular, alargado y porticado, y estaba presidido por el templo de Júpiter. Tenía una columnata doble, con la parte inferior de orden dórico con arquitrabe y la superior de orden jónico.

Templo de Apolo
El templo más antiguo y popular era el TEMPLO DE APOLO, en uno de los lados más largos del foro. Fue construido en el s. III a. C. era corintio, sobre podio y tenía un gran portal.

La Basílica
En la parte opuesta estaban concentrados los edificios civiles: la BASÍLICA, la CURIA y el edificio de EUMAQUIA, que era un mercado de tipo comercial, donde se encontraba el gremio de tintoreros de telas y lavanderos (Eumachia era una sacerdotisa de una familia adinerada).

Calle pompeyana


Calle pompeyana y detalle del "paso de cebra"
Toda la ciudad estaba pavimentada con losas irregulares. Las aceras eran más altas de lo normal, de unos 30 cm. En las calles principales había pasos de cebra en alto, que impedían que los peatones se mancharan con el barro de la calle. Lo gracioso es que para pasar de losa a losa tienes que pegar un buen saltito, no se si es que los pompeyanos tenían las piernas más largas que nosotros o lo usaban como excusa para hacer algo de ejercicio. También es curioso que con el paso de los años los carros dejaron huellas en la calzada, que hoy en día todavía pueden verse.

El teatro
Caminando un poco más aparece el segundo foro de la ciudad, llamado foro triangular o Barrio de los teatros, formado por un templo, el teatro y el odeón.
Orchestra y Scena del teatro
El TEATRO construido por Marco Artorio Primo, aprovecha la pendiente de una colina. Fue construido en el s. II a. C. a la griega y se caracterizaba por una orchestra en forma de herradura. En época de Augusto los hermanos Holconii, magistrados locales, ampliaron el teatro para satisfacer las necesidades de la ciudad y lo hicieron a la romana. Tenía una capacidad en torno a 5000 personas y tres sectores:
  • Ima cavea: con 4 gradas más planas para colocar las sillas tijeras de los nobles y revestida de mármol.
  • Media cavea: con unas 20 gradas más grandes, de piedra donde estaba marcado el número de asiento.
  • Summa cavea: con 5 gradas.
En época Flavia se elevó el muro escénico y se hizo mixtilíneo (el vano central es semicircular y los laterales rectos), con nichos para colocar estatuas. Detrás había un salón para los menesteres de los actores. Lo único que aparentemente no tuvo el teatro fue el postscaenium, ya que detrás había un pórtico que formaba parte de un cuartel de gladiadores. El teatro tuvo además un velario que cubría de sombra al edificio, sostenido por pilastras encajadas en el muro de la summa cavea por medio de un sistema de cuerdas. Hoy en día todavía se pueden ver el graderío y la orchestra, del muro escénico no queda prácticamente nada.
El Odeón
Junto al teatro se encuentra el ODEÓN, también llamado teatro pequeño. El edificio era cerrado y con techo y servía para audiciones musicales o discursos políticos. Se construyó en el año 80 a. C., tenía un aforo de 1000 espectadores y medía 28 x 34 m. Sobre las paredes delanteras del escenario, había decoraciones de frescos del segundo estilo, pero hoy en día prácticamente no queda nada, únicamente las gradas.
Exterior del Anfiteatro

Interior del Anfiteatro

Caminando por una de las calles llegamos al ANFITEATRO, situado a un extremo de la ciudad para que la masa de gente que acudía al espectáculo no entorpeciera la circulación de la vía pública. Su capacidad era 20.000 espectadores, superior a la de los habitantes de Pompeya, se supone que para que pudiera acudir también gente de otras ciudades cercanas. Este es anfiteatro más antiguo que se conserva, realizado en torno al año 75 a. C. Cuando se construyó la palabra anfiteatro todavía no existía y para mencionarlo empleaban la palabra “spectacula”. Es único y singular porque se entraba al recinto por medio de unas escaleras externas. Estaba adosado a la muralla por dos de sus lados para reforzarlo ya que es una zona propicia a los terremotos, por estar al lado de un volcán. El nivel de la arena está más bajo que el de la superficie exterior, por tanto el edificio está parcialmente encajado en el terreno. El interior del edificio estaba decorado con pinturas de los juegos que se hacían en el anfiteatro. No tenía subterráneos, así que poseía dos pequeñas habitaciones donde aplicaban las primeras atenciones a los heridos o se depositaban momentáneamente los cadáveres de los muertos. La parte superior tenía una galería cubierta y un velarium, sostenido por postes, protegía al público contra las inclemencias del sol.

Detalle de una pintura en la
Vía de la Abundancia
Comimos junto al anfiteatro unos bocadillos que nos habíamos preparado en hotel con cosas compradas en un supermercado romano. En las ruinas hay un restaurante, pero es bastante caro y malo, así que es mejor llevarse la comida de “casa” y hacer una especie de picnic. Otro consejo: llevaros PROTECTOR SOLAR. Como bien sabéis, nosotras fuimos a finales de mayo y el sol ya calentaba de lo lindo. Pompeya es una gran explanada y prácticamente no tiene sombras, así que protegeros del sol, llevar gorritos o paraguas como los orientales, y mucha agua, ya que las fuentes no son potables. Otra recomendación es que vayáis con zapato cómodo y cerrado, puesto que se camina bastante por la ciudad y el suelo es prácticamente todo tierra.
Continuamos la visita paseando por la VÍA DE LA ABUNDANCIA, la calle principal de la ciudad, donde se reunía la mayor parte del comercio de la ciudad. Ésta calle es increíble: reúne algunas de las más interesantes villas y tabernae de Pompeya, tiene anuncios electorales y publicitarios en sus muros, grafitis, etc. Los thermopolia eran como bares o tabernas y se conservan las barras y las tinajas en las que se escanciaban todo tipo de bebidas. Las casas en esta calle son de dos pisos, el piso inferior se reservaba para las actividades comerciales (tabernae)y el superior para la vivienda. Dos de las casas que nos os podéis perder en la Vía de la Abundancia, son la casa de Loreius Tiburtinus y la Casa de Venus.
Tabernae en la Vía de la Abundancia


Thermopolia en la Vía de la Abundancia
La CASA DE LOREIUS TIBURTINUS, pertenecía al sacerdote de la diosa Isis. Tenía un jardín, situado a mayor altura, rodeado por un canal de agua, con una pérgola en la parte central, de donde caía el agua hacia el canal. Alrededor del pórtico del jardín se hallaban las habitaciones más importantes. El triclinio destaca por sus inscripciones en latín y sus escenas de la Iliada y fragmentos de la leyenda de Hércules. Sobresale también una habitación decorada con recuadros en cuyo fondo sobresalen figuras, entre las que se encuentra el sacerdote de Isis.
Jardín de la Casa de Loreius Tiburtinus
LA CASA DE VENUS toma su nombre de una representación del nacimiento de Venus, que se haya al fondo del peristilo. Venus aparece desnuda navegando en una concha, sosteniendo un abanico. También hay decoración de paneles y cortinas falsos. La casa conserva muy vivos los colores, aunque la técnica pictórica no es muy buena.
Pinturas de la Casa de Venus
Habitación del Lupanar, con
uno de los miles de perros
que habitan en Pompeya
No muy lejos de la Vía de la Abundancia, visitamos el LUPANAR, un prostíbulo que fue construido exclusivamente como lugar de citas. No es de grandes dimensiones, por eso el ingreso debe hacerse en pequeños grupos. Al entrar lo que más llama la atención son las escenas eróticas pintadas en la parte superior de las puertas de las habitaciones. En cada una de ellas aparecen parejas realizando distintas posiciones sexuales que, a decir de los investigadores, no tenía fines decorativos, sino que era una especie de "catálogo" que indicaba al cliente la "especialidad" de la persona dentro de cada cuarto. Las camas están hechas de ladrillos y pegadas a la pared. Sobre ellas se colocaban un colchón que servía de lecho para los amantes. En las paredes aún es posible ver las inscripciones dejadas por clientes y por las chicas que trabajaban en el lugar. Se han podido identificar apenas 120, entre grafittis, frases y nombres de las prostitutas o de sus acompañantes. En el piso superior se ubican cinco habitaciones con balcones desde los cuales las mujeres llamaban a los varones que pasaban por la calle.

Pinturas eróticas del Lupanar
La ciudad tenía tres termas públicas: las más antiguas se llamaban TERMAS DE ESTABIA, y se encontraban haciendo esquina entre la Vía de la Abundancia y la calle de Stabia. Se han distinguido diversas fases de construcción de las cuales, la inicial se remonta a principios del s. IV a. C. Estaban siendo restauradas, tras el terremoto del 62, cuando se produjo la erupción del Vesubio. Tenía una palestra, y entorno a ella había una serie de habitaciones para los atletas. Al lado de la palestra se encontraba la Natatio, una piscina de 22 x 8 m. y 1’50 de profundidad. A ambos lados de la Natatio se encontraba el Elaeothesium, sala para ponerse aceite para los masajes y el Destrictarium, sala para quitarse el aceite. En el lado contrario a la zona de la palestra, estaban las salas termales separadas para mujeres y hombres. Las masculinas eran más grandes, con un vestíbulo, del que se pasa al vestuario o apodyterium, donde había asientos y nichos para depositar la ropa. Del vestíbulo también se pasaba al frigidarium con una piscina circular de agua fría y una cúpula de media naranja, al tepidarium (sala con agua tibia) y al caldarium, una gran sala con una pila circular con agua caliente. En estas termas se han encontrado decoraciones muy bellas de arquitecturas fantásticas y figuras diversas.
También estaban las TERMAS DEL FORO, mucho más pequeñas, con calefacción central común y palestra, apodyterium, caldarium, tepidarium y frigidarium; y las TERMAS CENTRALES, que son las más tardías y las más grandes, y ocupaban toda una manzana. Empezaron a construirse en el año 62 d. C. tras el primer terremoto, pero en el momento de la erupción todavía no habían sido terminadas. Tenía una instalación general unificada, es decir, sin sectores separados para hombres y mujeres. Con una palestra, en cuyo lado oriental se encontraban las salas de baño: apodyterium, frigidarium con piscina circular para el baño frío, el tepidarium y el caldarium con grandes nichos en los lados, y la incorporación del laconium, de planta circular, para la sudatio.
Pintura de Príapo, Casa de los Vetti
Después de ver las termas, fuimos a ver la CASA DE LOS VETTI, pero desgraciadamente en ese momento estaba cerrada por restauración y sólo pudimos ver a Príapo, una pintura que representa a un Dios de la fertilidad, tanto de la vegetación como de todos los animales relacionados con la vida agrícola. La pintura resulta muy sorprendente ya que el dios aparece pesando su miembro en una balanza contra la ganancia obtenida de sus campos. Si tenéis la oportunidad de entrar os maravillaréis con esta casa, que es la que mejor representa el lujo mercantil de la ciudad de Pompeya; yo pude disfrutar de su interior la primera vez que fui y es increíble. Sus dueños, Aulio Vettio Restituto y Aulio Vettio Conviva, eran mercaderes enriquecidos. La domus tenía dos espacios importantes: un atrio pequeño de tipo toscano sin columnas en torno al cual se encontraban las habitaciones del servicio y la cocina, y un atrio mayor en torno al cual se situaban las principales habitaciones. En el pequeño atrio estaba el Laurario o altar, para consagrar la casa a los Dioses del Hogar, los Lares. Esta casa destaca por su ornamentación parietal compuesta por el cuarto estilo, enriquecida con una arquitectura fantástica, y ennoblecida por figuras de carácter mitológico y heroico, posteriores al terremoto del año 62. Del gran atrio destacan los frescos de Amorcillos y Psique, por encima del zócalo. El peristilo, de forma rectangular con una columnata de orden toscano, está decorado con fuentes y numerosas estatuas en mármol y bronce de Sátiros y Amorcillos. Al peristilo daban las habitaciones más interesantes de tipo público:
  • Habitación amarilla: es el Tablinium, una sala de estar para recibir invitados. Tenía escenas mitológicas o falsas arquitecturas (2º estilo).
  • Salón rojo o sala de los amores: es el Triclinium. Con las paredes pintadas de rojo y pilastras con franjas en negro. Queda gran parte de la decoración en miniatura en la parte inferior. Sobre la cornisa que rodea el zócalo se desarrolla una escena que representa Amorcillos ejecutando artes y labores de la vida romana. También aparecen paneles con grupos de Psique y escenas mitológicas. En los recuadros laterales aparecen grupos de parejas como Perseo y Andromeda o Dionisio y Ariadna.
La Casa del Fauno
Cercana a la Casa de los Vetti, se sitúa la famosa CASA DEL FAUNO, una de las casas más grandes. Se cree que era la casa de P. Sila, sobrino del dictador, a quien se le encargó organizar la institución de la colonia y conciliar los intereses entre los viejos ciudadanos y los nuevos colonos. Su construcción se realizó en la época de mayor florecimiento de la civilización sanítica, con gran influencia de la arquitectura helenística. Se amplió en distintas etapas. Su planta, en las estructuras arquitectónicas y en la decoración, presenta una admirable y orgánica fusión de elementos itálicos y helenísticos. El nombre de la casa se debe al Fauno bailarín de bronce, que decora el impluvium del atrio de la entrada. La parte delantera de la casa se desarrolla alrededor de dos atrios. El primero es el principal y es de tipo toscano, con impluvium y un mosaico policromo con motivos geométricos. El atrio secundario es de tipo tetrástilo con el techo apoyado sobre cuatro columnas, de acuerdo al estilo helenístico. Al fondo del atrio principal había una habitación para recibir a los invitados llamada Tablinium y a un lado de éste se hallaba el Triclinium, un comedor que debido a su ubicación se utilizaría sobre todo en invierno y otoño. A espaldas de los dos atrios se abre el primer peristilo, con un pórtico de 28 columnas jónicas con una pared al fondo con una exedra decorada por un mosaico de motivo fluvial y un pavimento constituido por el mosaico de la batalla Issos entre Alejandro y Darío. Al lado de esta exedra se abre otro triclinio, probablemente veraniego. Y a continuación del primer peristilo, el segundo, con 44 columnas de orden toscano y en torno a él las habitaciones.
Mosaico de la Batalla de Issos
Otras casas importantes son: la CASA DE MELEAGRO, la CASA DEL CIRUJANO donde se encontraron materiales quirúrgicos; la CASA DEL CITARISTA, que toma el nombre de la estatua en bronce de Apolo tocando la Cítara; la CASA DE MENANDRO, una de las más lujosas, llamada así por una pintura que representa a Menandro, el comediante romano más famoso; o la VILLA DE DIOMEDES.
Sala de la Gran Pintura, Villa de los Misterios
Por la VÍA DE LOS SEPULCROS, una calle con tumbas a ambos lados, llegamos a la famosa VILLA DE LOS MISTERIOS, una casa de gran lujo y elegancia, situada fuera de los limites de la ciudad. Fue construida en la primera mitad del siglo II a. C. y se remodeló en varias ocasiones. Era una vivienda de gran lujo unida a una explotación agrícola ganadera. Integrada al paisaje mediante grandes pórticos y galerías que dan a jardines colgantes, la Villa de los Misterios se muestra muy distinta de las casas encontradas en la ciudad. Si bien casi todas sus paredes se encuentran decoradas con pinturas, destacan una serie de grandes frescos que se supone que representaban la iniciación de las esposas a los Misterios Dionisíacos. En la llamada Sala de la Gran Pintura, se desarrollan una serie de frescos que datan del siglo I a. C., que representarían los momentos sucesivos de un ritual. Las imágenes son muy elocuentes: un niño leyendo el ritual bajo la supervisión de una matrona, una joven que lleva una bandeja con ofrendas, un grupo de señoras en una celebración sacramental, un sileno que toca una lira mientras una jovencita ofrece su seno a una cabra, otro viejo sileno ofrece una bebida a un pequeño sátiro mientras otro más joven le alcanza una máscara teatral, entre muchas otras. También se representan las bodas de Dioniso y Ariadna.

Pinturas pompeyanas
 
Víctima pompeyana
Si hay algo que sorprende y sobrecoge, es ver a las víctimas de la tragedia. Gracias a una técnica particular elaborada por Fiorelli, hoy podemos ver las posiciones en que la pompeyanos perecieron durante la erupción. Durante las excavaciones, ocasionalmente eran hallados huecos en la ceniza que habían contenido restos humanos y Fiorelli sugirió rellenar estos huecos con yeso, obteniendo así moldes que mostraban con gran precisión el último momento de la vida de los ciudadanos que no pudieron escapar a la erupción. En algunos de ellos la expresión de terror es claramente visible. Otros se afanan en tapar su boca o la de sus seres queridos con pañuelos tratando de no inhalar los gases tóxicos, y alguno se aferra con fuerza a sus joyas y ahorros. Es conmovedor ver a los perros, encadenados a las paredes de las casas de sus amos. El número actual de víctimas detectadas es de unas 2.000, y es de esperar que aparezcan muchas más en las partes de la ciudad que todavía no han sido excavadas.
Perro víctima de la tragedia
Tras varias horas caminando y disfrutando de las ruinas pompeyanas, cogimos el tren que nos llevaría primero a Nápoles y luego a Roma, donde seguiríamos nuestra visita al día siguiente.
Muchos incultos pensarán e incluso dirán que son solo piedras (yo lo he llegado a oír), pero de verdad os digo que Pompeya es una maravilla de la arqueología, con millones de elementos cotidianos que nos facilitan la comprensión de una época y que evocan una sociedad avanzada, cosmopolita y acomodada. Si tenéis la oportunidad de ir, no os arrepentiréis. Además podéis visitar Herculano, donde las maravillosas villas se han conservado muy bien, Stabia y Oplontis. Yo me quedé con ganas de verlas, al igual que de hacer una excursión hasta el Vesubio. Y por supuesto, hay que visitar el Museo Nacional de Nápoles, donde se encuentran los originales de las estatuas, pinturas y mosaicos encontrados en Pompeya y las demás ciudades sepultadas por el Vesubio, además de la colección Farnesio y las colecciones bornónicas, entre otras. Os recomiendo toda la zona de la Bahía de Nápoles, la costa de Amalfi y Capri, que aparecen en multitud de películas... Yo tuve la oportunidad de visitarlos hace varios años, gracias a un torneo de fútbol que jugó mi hermano y es todo precioso. Podéis hacer un viaje de una semana por el sur de Italia y Sicilia, y aprovechar para ver todas estas maravillas: es otro de mis viajes pendientes, y una gran elección a la hora de elegir las vacaciones de este año.

Casa pompeyana
Como veis, Italia da para mucho, yo he estado en tres ocasiones y me queda tanto por ver. Este país os encantará, tanto a aquellos que os gusta la cultura como a los que no, ya que dispone de otras ofertas interesantes como la gastronómica, la deportiva, etc.

2 comentarios:

  1. Recomiendo visitar Pompeya para entrar de lleno en el mundo de la Antigua Roma. Y si quereis ver como era la Pompeya intacta, os recomiento que busqueis en Internet la serie "Los últimos dias de Pompeya". Está bastante bien ambientada y es muy distraida, aunque lógicamente tiene sus fallos de adaptación de la novela en que se basa y de la realidad que vivió Pompeya en aquel día terrible.

    MªCARMEN

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  2. Un trabajo meticuloso,perfecto y sumamente detallado.enhorabuena.

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