jueves, 9 de junio de 2011

Viaje a Italia IV: Roma

5º, 6º, 8º Y 9º DÍA: ROMA

El viaje desde Florencia a Roma se nos hizo muy corto, sólo una hora y cuarenta minutos. Salimos de la Estación de Santa María Novella a la una y llegamos a Roma casi a las dos y media. Al llegar, lo primero que hicimos fue comprar un bono de transporte en un quiosco de la estación de Termini. Este bono te permite viajar por metro, bus y tranvía y se puede comprar en diferentes establecimientos: quioscos, estancos, bares y estaciones. Una vez comprado el billete se debe validar en el transporte donde subas, antes de viajar. Los precios son los siguientes:
  • Billete sencillo (1 viaje): 1€
  • Billete de 1 día: 4€
  • Billete de 3 días: 11€
  • Billete de 7 días: 16€
Tienes más información sobre transportes y horarios en la siguiente página: http://www.roma.viajar-italia.com/transporte-de-roma/
A continuación fuimos a buscar el autobús que iba al hotel, cosa que nos llevó al menos una hora. En la página del hotel aparecía el número de bus que teníamos que coger desde la estación de Termini pero no hicimos más que buscarlo y no había manera de encontrarlo, ni siquiera los conductores de otros autobuses sabían informarnos. Al final conseguimos preguntarle a una señora y nos dijo que ese número no era un autobús sino un tranvía. Nos acompañó hasta la parada y nos dijo cuántas paradas teníamos que hacer hasta llegar a nuestro destino: el hotel.

Basílica de Santa María Maggiore,
exterior

Después de dejar las maletas y comer algo en la habitación, nos fuimos otra vez hacia el tranvía que nos llevaría de nuevo a Termini. Desde Termini fuimos caminando hacia una iglesia muy cercana, la BASÍLICA DE SANTA MARÍA MAGGIORE, una de las 5 grandes basílicas de la antigua Roma. La iglesia fue fundada en el siglo IV y conserva su estructura original. Su interior ha sido modificado con los siglos, y actualmente muestra una gran riqueza y belleza,. Es impresionante. La Basílica guarda reliquias de interés para los católicos además de poseer un museo.

Una gran ventaja que tiene Roma es que la entrada a las iglesias es gratuita, cosa que viene muy bien para los amantes del arte y para los católicos, ya que la ciudad tiene centenares de iglesias, y cada cual posee una reliquia, una obra de arte importántisima o una arquitectura espectacular, dignas de ver. Os recuerdo que tenéis que ir vestidos de forma recatada para poder entrar, es la única pega.

Altar mayor de Santa Prassede

Mosaicos de Santa Prassede
Muy cerquita de la Basílica, se encontraba SANTA PRASSEDE, una pequeña iglesia que destaca por sus impresionantes mosaicos en el altar mayor y la capilla de San Zenón, y que posee la supuesta columna donde flagelaron a Cristo. El exterior no es gran cosa pero el interior os maravillará, ya lo veréis.
Pantócrator, moisaco de Santa Prassede

Tras un pequeño descansito y un gelato, caminamos hasta otra famosa iglesia, SAN CARLO ALLE QUATTRO FONTANE, una de las obras clave del barroco. Realizada por Borromini en el s. XVII, destaca por su fachada ondulante, llena de movimiento, a base de formas cóncavas y convexas.
Fachada de San Carlo alle Quattro Fontane,
Borromini
Continuamos paseando y llegamos hasta el ALTAR DE LA PATRIA. Este monumento despierta una gran controversia, ya que a la mayoría de gente que va a Roma le entusiasma por sus dimensiones y su espectacularidad, sin embargo a lo romanos no les gusta nada, lo detestan y le llaman “máquina de escribir” o “pastel de bodas”. El monumento, llamado también de Víctor Manuel (primer rey de Italia), está inspirado en los edificios de la Roma Imperial y conmemora la unificación de Italia. Está custodiado por soldados, ya que en él está situada la Tumba al Soldado desconocido. En el interior se encuentra el museo del Resugimiento, en el que se celebran exposiciones temporales.
Altar de la Patria
Plaza del Capitolio
Marco Aurelio a caballo
Justo a la izquierda de dicho monumento está la famosa PLAZA DEL CAPITOLIO, una plaza diseñada por el mismísimo Miguel Ángel y presidida por el emperador Marco Aurelio a caballo. El original de esta famosa escultura en bronce se encuentra en el museo situado en la misma plaza, el MUSEO CAPITOLINO, junto con la colección de arte más antigua de Europa. Destacan además la Venus Capitolina y el Gálata Moribundo (copias en mármol de originales griegos helenísticos), la Loba Capitolina, el Espinario o la gran cabeza de Constantino. En esta ocasión no entramos al museo, pero si pude visitarlo junto a mi madre cuatro años antes, y es una maravilla.

La entrada al museo son 12€. Aquí tenéis más información, sobre el museo, horarios, visitas, etc. http://www.museicapitolini.org/informazioni_pratiche/biglietti_e_prenotazioni
A mano izquierda, por detrás de la plaza, hay un mirador con vistas al FORO ROMANO. En él puedes hacer unas magníficas fotografías de los edificios que una vez constituyeron el centro civil y religioso de la antigua Roma. A esa hora el foro ya estaba cerrado, así que lo visitaríamos unos días más tarde.
Vista del Foro romano
Teatro Marcello
Después hicimos un recorrido por las construcciones de la Antigua Roma que se encuentran por la zona: el TEATRO MARCELLO, un teatro construido por el emperador Augusto en el s. I a. C. y dedicado a su sobrino Marcello, muerto prematuramente. El teatro fue abandonado en el s. IV y empleado posteriormente como cantera, fortaleza y palacio renacentista, de ahí su aspecto actual. Luego vimos el FORO BOARIO, el antiguo mercado de ganado, junto a la iglesia de SANTA IN COSMEDIN, famosa por tener en su atrio la archiconocida BOCA DELLA VERITÁ, y con mosaicos muy bonitos. En el Foro Boario puedes encontrar el ARCO DE JANO, un arco de cuatro caras construido en el s. IV y que se alzaba en un cruce de caminos. También el ARCO DEGLI ARGENTARI, erigido en honor al emperador Septimio Severo y su familia, por el gremio de prestamistas. Una de las construcciones más famosas es el TEMPLO DE VESTA o TEMPLO DE HÉRCULES, el templo de mármol más antiguo de Roma, edificado en el s. II a. C. y caracterizado por ser circular. Junto a él está el TEMPLO DE LA FORTUNA VIRIL, construido en el s. I a. C. A unos pasos del foro se encuentra el río Tíber, desde donde puedes ver la ISLA TIBERINA y los puentes romanos PONTE ROTTO, FABRICIO o CESTIO, construidos en el s. I a. C.
Templo de Vesta o de Hércules
 Luego nos dirigimos al CIRCO MÁXIMO, situado justo detrás del Foro Boario. El Circo fue un gran estadio destinado a las carreras de caballos. Desde la tribuna del emperador, situada en su mansión del Palatino, se puede apreciar su forma, ya que hoy en día solo queda una gran explanada con hierba, donde los romanos pueden pasear, hacer ejercicio o dar una vuelta a sus perros.
Vista del Coliseo y el Arco de Constantino
Rodeando el Palatino conseguimos llegar al COLISEO y al ARCO DE CONSTANTINO. He estado tres veces en Roma y me sigue impresionando ver el Coliseo, una construcción magnífica, que gracias a Dios ha llegado hasta nosotros, después de muchos siglos de expolio. Era tarde y estaba anocheciendo, así que sentadas junto al gran anfiteatro, cenamos unos bocadillos que nos habíamos preparado con lo que compramos en el mercado de Florencia y después nos fuimos hacia el hotel, primero cogiendo el metro hasta Termini y después el tranvía.

Laocoonte
Al día siguiente nos levantamos muy temprano y nos dirigimos en metro hasta el Vaticano. Hicimos una pequeña cola y entramos en los MUSEOS VATICANOS. No os descuidéis con los horarios, porque la primera vez que fui a los museos hice una cola de al menos una hora, y si podéis reservar las entradas mejor. En los Museos Vaticanos es posible ver pinturas, esculturas y otras obras recopiladas por los Papas a lo largo de los siglos. Los Museos comprenden además notables monumentos artísticos como la Capilla Sixtina, la Capilla del Beato Angélico, las Estancias y Logia de Rafael y el apartamento Borgia. Obras de arte que no os podéis perder: las esculturas del Apoxyomenos de Lisipo, el Laocoonte, el Apolo de Belvedere o el Augusto de Prima Porta; las pinturas de La Transfiguración y La Escuela de Atenas de Rafael, El descendimiento de Caravaggio, y por supuesto los maravillosos frescos de Miguel Ángel en la Capilla Sixtina. Para más información sobre las colecciones podéis consultar esta página: http://www.vaticanstate.va/ES/Monumentos/Museos_Vaticanos/
La Escuela de Atenas, Rafael
El museo es muy amplio, así que si sois de los que no os gusta estar horas y horas en un museo os recomiendo que nada más entrar os organicéis con un plano y vayáis a ver lo esencial. En el interior de la Capilla Sixtina no se pueden hacer fotos ni vídeos (en el resto del museo si, siempre sin flash), y siempre hay dos guardias vigilando y pidiendo silencio. Pero si conseguís sentaros en uno de los bancos de piedra que hay alrededor de la capilla o en la cancela, podréis hacer vídeos y buenas fotos, ya que los guardias se colocan en el altar y a vosotros os tapará la cantidad de gente que hay dentro de la capilla.
Se entra a los Museos por el Viale Vaticano, cerca de la Plaza del Risorgimento. El precio de la entrada es bastante caro: 15€, pero no os lo podéis perder. Para consultar horarios y días de apertura os dejo la web oficial de los museos: http://mv.vatican.va/4_ES/pages/MV_Home.html
Basílica de San Pedro
Interior de San Pedro
Después de estar toda la mañana visitando los museos y de comer, nos dirigimos a la BASÍLICA DE SAN PEDRO. El acceso a la gran basílica se realiza por la PLAZA DE SAN PEDRO, una impresionante plaza, realizada por Bernini en el s. XVII y que destaca por su diseño que simboliza al pontífice coronado con la tiara (cúpula de San Pedro) y con los brazos abiertos, acogiendo a toda la cristiandad. Para entrar se forman unas largas colas, y no porque se tenga que pagar entrada, sino por los controles de seguridad. Además aquí más que nunca tenéis que vestir recatados (incluso se vende ropa de papel para poder entrar en la Basílica si no vais apropiados). El interior de San Pedro es impresionante, una maravilla de la arquitectura. La basílica sufrió muchas modificaciones a lo largo de su historia; su actual apariencia se debe a Miguel Ángel, que además diseñó una espectacular CÚPULA, de 42 metros de diámetro, a la que también se puede subir. En el interior de la basílica se puede admirar además la magnífica Pietá de Miguel Ángel, el baldaquino y el transparente de Bernini (mucho más que una simple vidriera).

La entrada a la Basílica es gratuita, pero si queréis subir a la cúpula os tocará pagar 7€ (en ascensor) o 5€ (a pie). Desde la cúpula se pueden ver unas fantásticas visitas de la Ciudad Eterna. También hay que pagar para entrar a la Necrópolis, donde se encuentra la Tumba de San Pedro. Aquí tenéis la página oficial de la Basílica para consultar precios y horarios: http://www.vatican.va/various/basiliche/san_pietro/index_it.htm. Podéis conocer más sobre San Pedro con esta página: http://www.vaticanstate.va/ES/Monumentos/Basilica_de_San_Pedro/
Nos alejamos del Vaticano por la Vía della Conciliazione hasta el CASTELLO DI SANT ANGEL. Esta edificación también ha sufrido muchos cambios a lo largo de los años. La mandó construir el emperador Adriano para albergar su mausoleo y el de su familia, pero después se convirtió en fortaleza, castillo, residencia papal, y hoy en día es un museo con una amplia colección de armas y exposiciones temporales. En el año 590 una plaga de peste arrasó Roma y, según cuenta la leyenda, al papa se le apareció el arcángel Miguel en la cima del edificio y erradicó la plaga. Tras ello, el Papa mandó construir una capilla y posteriormente se colocó una estatua del arcángel Miguel coronando el edificio, desde donde se puede disfrutar de unas magníficas vistas de Roma y del Vaticano. Nosotras no subimos a la cúpula de San Pedro, pero si a la terraza del Castillo, y la verdad es que las vistas desde el edificio están muy bien, ya que en ellas se incluye la preciosa Basílica de San Pedro, cosa que no puedes ver si estás en lo alto de la cúpula. 

Vista del Castello di Sant'Angelo

Arcángel Miguel

Vistas desde el Castello di Sant'Angelo
El Museo del Castillo Sant'Angelo se encuentra abierto todos los días (excepto los lunes) de 9.00 a 19h.y el precio de la entrada son 5€.
Ángel de Bernini
Piazza Navona
Tras atravesar el PUENTE DE SANT ANGELO, que destaca por las magníficos ángeles de Bernini, que sostienen los instrumentos de la pasión (cruz, clavos, corona de espinas,etc.), nos dirigimos caminando hasta la PIAZZA NAVONA, una de las más famosas de Roma. La forma ovalada de la plaza se debe a que está situada en el emplazamiento de un circo romano. La plaza es uno de los mejores ejemplos del barroco romano, gracias a las tres fuentes que posee: la fuente de Neptuno y la fuente del Moro de Giacomo Della Porta, situadas en los extremos, y la Fuente de los cuatro ríos de Bernini. En esta última se observan cuatro grandes esculturas de piedra que representan a los cuatro grandes ríos del mundo que se conocían en la época: el Danubio, el Ganges, el Nilo y el río de la Plata. La estatua que representa al Nilo tiene la cabeza cubierta con un velo lo que simboliza el origen desconocido de dicho río, aunque también existe la leyenda de que representa la animadversión hacia la iglesia de Santa Agnese situada en frente y diseñada por Borromini, gran rival de Bernini. También dice la leyenda de que la estatua que representa al río de la Plata y que tiene un brazo en alto expresa el temor de Bernini a que la iglesia de Borromini se desplomará sobre su fuente. Desgraciadamente nosotras no pudimos disfrutar de ella, ya que estaban restaurándola cuando fuimos.

El Panteón
Detalle de la cúpula del Panteón
Después de descansar un rato junto a estas magníficas fuentes caminamos hasta la cercana plaza de la Rotonda, donde se sitúa el famoso PANTEÓN. El edificio construido por Agripa en el s. I a. C. y reconstruido por orden del emperador Adriano en el s. II, albergaba un templo dedicado a todos los dioses olímpicos. El hecho de que el Panteón siga en tan perfecto estado se debe a que fue convertido en iglesia cristiana en el s. VII. El edificio destaca por su gran cúpula casetonada, con 44 metros de diámetro y el óculo abierto, de casi 8,9 metros de diámetro. En él están enterrados el artista Rafael o el rey Víctor Manuel II, entre otras personalidades.
El monumento está abierto de lunes a sábado de 8.30-19.30h y los domingos de 9.00-17.30h. La entrada es gratuita, como el resto de iglesias romanas.
A continuación caminamos hasta la concurrida FONTANA DI TREVI, diseñada por Nicola de Salvi en 1732. La fuente más conocida de Roma, y quizá del mundo, es de estilo barroco y representa al dios Neptuno, flanqueado por dos tritones sobre caballos de mar, y en los nichos, Abundancia vierte agua de su urna y Salubridad sostiene una copa de la que bebe una serpiente. Encima, unos bajorrelieves ilustran el origen romano de los acueductos. Después de admirar la preciosa fuente lanzamos las famosas monedas para pedir un deseo por encima del hombro. Dicen que si lanzas una moneda a la fuente te aseguras la vuelta a la ciudad y de momento a mi se me ha cumplido, ya que he estado en tres ocasiones. Advertiros de los peligros de visitar la fuente: hay mucho ladrón entre los turistas, así que mucho cuidado con las carteras. Tampoco dejéis que os hagan fotografías con polaroid porque os cobrarán un pastón por ellas.
Fontana di Trevi
Piazza Spagna
Después fuimos a cenar y a descansar un rato, y a continuación caminamos hasta la PIAZZA SPAGNA, otra de las más famosas plazas romanas. Su famosa escalinata es centro de reunión para los romanos y a sus pies se encuentra la fuente con forma de barca de Bernini, llamada la Barcaccia, que la verdad, después de haber visto sus obras más importantes, te decepciona un poco. En lo alto de la escalinata se sitúa la Iglesia de Trinitá dei Monti, que todavía no he podido visitar, debido a su larga restauración. La plaza toma su nombre de la cercana embajada española y es un buen lugar para descansar y tomarse un helado.

Tras un largo día nos fuimos pronto al hotel, ya que debíamos estar descansadas para el día siguiente, pues viajaríamos hasta Nápoles para visitar Pompeya (la descripción del viaje la haré en otro artículo).

Al día siguiente del viaje a Pompeya continuamos nuestra visita por Roma. Lo primero que hicimos mi amiga y yo, fue ir hasta la BÁSILICA DE SANTA MARÍA DEL POPOLO, para visitar sobretodo la CAPILLA CHIGI de Rafael. Atraídas por la obra de Dan Brown, Ángeles y Demonios, no pudimos resistirnos a ver otra de las muchas localizaciones que aparecen en el libro (ya habíamos visto San Pedro, el Castillo de Sant'Angelo, la Piazza Navona o el Panteón), y casualidades de la vida, una semana después de estar nosotras en Roma, Tom Hanks y el director Ron Howard con su equipo, rodaron la película en éstas localizaciones. La Basílica que ha sufrido varias remodelaciones, destaca por la decoración interior realizada por Bernini y por la colección de pintura que adorna sus capillas, decoradas por artistas como Pinturicchio y Caravaggio. En cuanto a la Capilla Chigi, llamada así por el banquero que la financió para que sirviera de capilla funeraria para su familia, fue reformada por Rafael y completada por Bernini. Destacan sus mosaicos, sus pinturas y sobretodo las esculturas, especialmente Habacuc y el ángel de Bernini.
Como todas las iglesias en Roma, la entrada es gratuita y los horarios son de lunes a sábado de 7-12h y de 16-19h y los domingos de 8-14h y de 16.30-19.30h.
Ya que estábamos ahí, vimos la PIAZZA DEL POPOLO, otra famosa plaza de la ciudad. En su centro hay un obelisco dedicado al Faraón Ramses II, que los romanos trajeron de Egipto. La plaza tiene dos iglesias gemelas además de la Basílica, Santa María dei Miracoli y Santa María in Montesanto, del siglo XVII. De la plaza nacen dos calles comerciales muy importantes, la Vía del Corso y la Vía Babuino.

Vista del Foro romano desde el Palatino
Después cogimos el metro hasta el Palatino, donde iniciaríamos nuestro recorrido por la Roma clásica. Para entrar en el Palatino hay que pagar, pero el ticket incluye la entrada al foro (que por otra parte es gratuita) y al Coliseo. Consejo, si queréis ver las dos cosas, ir primero al Palatino, así una vez tenéis la entrada no hacéis la cola para sacar el ticket en el Coliseo, ya que las colas que se forman son interminables, según a la hora y el día que vayáis. Y una advertencia: si podéis llevar un librito donde os indiquen las distintas ruinas y sus nombres, mejor que mejor, ya que cuando entras no te dan un mapa y no está señalizada la ruta a seguir. Y si ya os podéis permitir un guía que os lo explique, pues de lujo.

El PALATINO fue el lugar elegido por los emperadores para construir su residencia. Desde los tiempos de Augusto los emperadores vivieron y gobernaron desde esta colina. Los romanos la consideraban sagrada por ser el lugar donde se establecieron los míticos Rómulo y Remo (fundadores de la ciudad). Actualmente no queda mucho rastro de los antiguos palacios y sus riquezas, pero aún así, vale la pena visitarlo.

Desde el Palatino, en los jardines Farnese, se puede disfrutar de unas magníficas vistas del foro republicano y de los foros imperiales. Desde el mirador es más fácil distinguir las construcciones y los templos. Y como ya he dicho, si lleváis un mapa con los nombres de los edificios y su función, mejor que mejor.

Vista del Foro y el Coliseo desde el Palatino
Vista del Foro Republicano y los Foros Imperiales
Relieve del Arco de Tito
El FORO era el centro político, económico y religioso de la antigua Roma, un lugar donde abundaban templos, tribunales y otros edificios públicos destinados al comercio, los negocios y la administración. No te puedes perder ver de cerca los relieves del ARCO DE TITO, que tratan sobre el saqueo del Templo de Jerusalén; la BASÍLICA DE MAJENCIO, donde se realizaban las transacciones comerciales; la CASA DE LAS VESTALES, el ARCO DE SEPTIMIO SEVERO, el edificio de la CURIA o Senado, el TEMPLO DE SATURNO o el TEMPLO DE ANTONINO PIO Y FAUSTINA. Caminar por el lugar por donde un día lo hicieron los emperadores romanos, es una sensación única; eso sí hazlo con un calzado cerrado porque es todo tierra. También es conveniente que te protejas del sol si vas en primavera o verano: yo sufrí una buena insolación entre la visita a Pompeya y el paseo por el Foro y Palatino, y por la tarde iba de fuente en fuente, mojando el fular que llevaba para cubrirme en las iglesias y refrescándome con él. Eso si, la marca de la camiseta no se borró en todo el verano yendo a la playa, y eso que en Roma estuvimos en Mayo, así que no os confiéis, que el sol es muy malo.

Arco de Septimio Severo
El Coliseo
Después de pasear por el Foro fuimos al COLISEO, como ya he dicho, sin hacer mucha cola, gracias a que teníamos la entrada del Palatino. No quiero hablar mucho sobre él, porque tengo prevista hacer una entrada sobre el gran anfiteatro Flavio, sólo comentaros que es impresionante; que después de haberlo visitado tres veces, todavía me emociono al verlo, y que es algo que tenéis que ver al menos una vez en la vida. Como sabéis por películas como Gladiator, el edificio estaba destinado para albergar las peleas de gladiadores, y en él cabían hasta 50.000 espectadores. Su aspecto se debe a las numerosos saqueos que se produjeron durante la Edad Media y el Renacimiento, pero todavía se puede observar lo magnífico y espectacular que fue en su día, y que todavía sigue siendo. En el interior del edificio además de ver las gradas, lo que fue la arena, los subterráneos, etc. siempre hay exposiciones temporales, y desde un pequeño balconcito puedes disfrutar de las vistas del foro y del ARCO DE CONSTANTINO, el arco de triunfo más grande y majestuoso de todos. Construido en el s. IV d. C., el arco destaca por sus relieves, y debido a que en la Roma de ese tiempo el arte escultórico estaba poco desarrollado, la mayoría de ellos fueron arrancados y robados de monumentos de Trajano o Adriano, entre otros.
En esta página podéis reservar entradas para el Coliseo y el Palatino y contratar guías: http://www.rome-museum.com/es/coliseo_palatino_foros_romanos.php

Interior del Coliseo
Muy cerca del Coliseo está la DOMUS AUREA, residencia del famoso emperador Nerón. No pudimos visitarla ya que es necesario reservar la entrada con mucho tiempo de antelación, debido a las condiciones del edificio. También podéis encontrar en las proximidades del Coliseo, la IGLESIA DE SAN PIETRO IN VINCOLI, donde está el famoso Moisés de Miguel Ángel. 
Arco de Constantino

En la vía de los Foros Imperiales, se pude ver lo que fueron los foros de Vespasiano, Nerva, Augusto y Trajano, de los que no quedan prácticamente nada. Si que podemos disfrutar por ejemplo, de la famosa COLUMNA TRAJANA, famosa por sus relieves sobre las campañas del emperador Trajano contra los Dacios, y de los MERCADOS DE TRAJANO, considerados por muchos, el primer centro comercial del mundo, y que actualmente albergan un museo.

Columna Trajana

La Boca della Veritá
Tras comer una buena pizza en un restaurante justo al lado del Coliseo, y de refrescarnos un poquito a la sombra, fuimos a visitar y hacernos la foto de rigor con la famosa BOCA DELLA VERITÁ, que unos días antes sólo habíamos podido ver por fuera. En su origen era la boca de una alcantarilla y según la leyenda, si introduces la mano en la boca y dices una mentira, la boca se cierra y te la arranca. La Boca della Veritá no habría sido lo mismo si Gregory Peck y Audrey Hepburn no hubieran protagonizado la famosa escena de Vacaciones en Roma, donde el galán introduce la mano y la esconde por debajo de su manga asustando a la joven princesa.

Al ser nuestro último día de viaje decidimos dedicar la tarde a pasear, ir de compras y perdernos por las calles de Roma, sin preocuparnos de ver más monumentos. Pero paseando y sin quererlo no puedes evitar encontrarte cosas, de ahí lo que os he comentado muchas veces, de evitar el transporte público lo máximo posible. Nosotras nos encontramos el ÁREA SACRA DE LARGO ARGENTINA, conocida no por sus ruinas sino por ser un gran refugio por los gatos romanos. El conjunto contiene cuatro templos de época republicana y los restos del antiguo teatro de Pompeyo. Aquí es donde fue asesinado Julio César en los famosos Idus de Marzo del 44 a. C.

Área Sacra de Largo Argentina
Fachada de la Iglesia del Gesú
Y no muy lejos de ahí, nos encontramos, también por casualidad, la magnífica IGLESIA DEL GESÚ, diseñada por Vignola y famosa por ser el prototipo de la iglesia contrarreformista. Su estilo arquitectónico es renacentista, mientras que su ornamentación es barroca. Su interior nos llamó la atención por su rica decoración: mármoles, bronces, dorados y frescos, llenan de suntuosidad y majestuosidad a la fantástica iglesia.
Aquí os dejo la dirección por si queréis consultar horarios: http://www.chiesadelgesu.org/
Después de hacer las últimas compras, nos compramos el último gelato del viaje, el helado más bueno que he probado en mi vida por cierto, y nos sentamos a disfrutarlo junto a la Fontana di Trevi.

Interior de la Iglesia del Gesú
Al siguiente, cogimos en Termini el tren que nos llevaba hasta el aeropuerto. Cuidado porque es un tren de cercanías, no entra dentro del bono de transportes, así que hay que comprar un billete a parte que cuesta 11€.

Como veis por la extensión de este artículo, Roma da para mucho. Si sabéis organizaros y aprovechar el tiempo como hicimos nosotras, podéis ver cantidad de cosas. A nosotras todavía nos quedó mucho por ver, como la zona del Trastevere, las catacumbas, las termas de Caracalla, San Juan de Letrán, los Jardines de la Villa Borghese, museos, etc. y estuvimos tres días. Así que si queréis visitarla como toca, al menos necesitáis una semana. Además podéis hacer pequeñas excursiones como ir a Ostia o a Tivoli. También os podéis hacer una pequeña ruta por zonas, por estilos o por épocas, como hicimos nosotras, trazando en el plano lo que más os interesa o lo más relevante. A mi me encanta la ciudad, no te transporta como Florencia o Venecia a otra época, pero es impresionante la cantidad de monumentos y arte que posee, la variedad de estilos no permite que te aburras, que no te encasilles en una época determinada, y que aprendas un montón en un reducido (o no tan reducido, que Roma es enorme) espacio.

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